Se ha producido en la
hermana nación cubana algo que se caía de maduro, el principio del fin
de la dictadura de los hermanos Castro, pues al restablecerse las
relaciones diplomáticas con Estados Unidos anunciada por el mismo Raúl
Castro, se vislumbra claramente que en un futuro muy cercano, tanto la
comunidad internacional, como los propios cubanos que viven en la Isla y
los miles de cubanos que huyeron hacia el país de las oportunidades en
balsas, exigirán que se lleven a cabo elecciones libres y democráticas.
No debemos olvidar que los hermanos Castro, mediante una acción
militar y con la ayuda del pueblo, lograron eliminar a la dictadura
corrupta de Fulgencio Batista. Pero esta revolución auténticamente
nacionalista, después se volvió una dictadura comunista con la ayuda
económica de Rusia. Si bien es cierto, se logró un desarrollo
sostenido con resultados excelentes, se dejo de lado algo fundamental
para el bienestar de los pueblos: LA LIBERTAD.
La historia de
Cuba durante la dictadura de los hermanos Castro, está plagada de
atrocidades cometidas en contra de la libertad y los derechos humanos.
Muchos han sufrido encarcelamiento por el solo hecho de estar en contra
del régimen comunista.
Particularmente, no estoy en contra de
ninguna ideología política, pero sí, los seres humanos tenemos que
reconocer que el mundo esta cambiando en forma acelerada y tiene como
meta, sin lugar a dudas, el desarrollo sostenido de los pueblos pero
teniendo como condición absoluta, la libertad. Necesitamos un mundo
donde vivir, como lo soñaron los revolucionarios franceses, es decir,
con libertad, igualdad y fraternidad.
Estuve en Cuba, durante
casi un mes, a comienzos de 1993, invitado por el Instituto ISLA de
Ajedrez. En esa época conocí a mucha gente en la Habana, sobre todo
profesionales de 35 a 50 años, con quienes establecimos una gran
amistad y me sirvió para organizar posteriormente en 1997, el ultimo
torneo internacional Ciudad de Trujillo de Ajedrez, con la
participación de muchos cubanos. Esta corta estadía me permitió conocer
en la realidad como vivía la gente, y sobretodo, cual era el
pensamiento de los cubanos. Todos clamaban al cielo por la libertad y
la democracia y dejaban entrever su menosprecio por el régimen. Al
respecto no he querido comentar nada sobre Cuba, hasta este momento,
porque les prometí a muchos de ellos, regresar cuando esta hermosa
nación sea libre. Estoy seguro que muy pronto cumpliré mi palabra.
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